Kurt Cobain, un outsider, voz de una generación

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Texto: Andrés Villela

Kurt Cobain era muy delgado, podría verse débil, errático, pero poseía una voz tan desgarradora que era capaz de irrumpir y dar la pauta a toda una generación, también, sin darse cuenta, podría hacerte explotar con guitarras que sangraban sin parar, describiendo la ansiedad social de principios de los noventas.

Sí, el pop y la democracia ya no eran suficientes para ser felices:

“Here we are now, entertain us
I feel stupid and contagious
Here we are now, entertain us
A mulatto, an albino, a mosquito, my libido
Yeah, hey…”

Él, de pequeño, vivió en una casa rodante a las afueras de Aberdeen, Washington, al noroeste de los Estados Unidos, cerca de Seattle, una comunidad de leñadores donde Kurt podría perderse y jugar en el bosque, pero sin hacer mucho ruido, ya que su personalidad artística podría estorbar, podía no ser lo suficientemente fuerte para cortar árboles de un tajo y respirar así, de los troncos secos en ese cementerio ocre. Fue un lugar donde se divorciaron sus padres, donde dos de sus tíos se suicidaron; ahí, su madre amenazó con una pistola a su padastro y por algún tiempo, vivió abajo de un puente. Fue hasta el otoño de 1987, que empezó a estudiar en Evergreen State College, tras mudarse para vivir con su novia, Tracy Marander, donde trabajaba en collages y pinturas, y empezó a componer y ensayar con Nirvana.

 
 

Para 1988, Nirvana tenía una serie de demos y había publicado su primer sencillo, "Love Buzz/Big Cheese", en Sub Pop Records. Para 1989, el disco debut de la banda, Bleach, ya era una llamada de atención. Nevermind fue editado en septiembre de 1991, siendo el primer disco de punk-rock de la historia en alcanzar el puesto número uno en las listas, vendiendo 10 millones de copias en todo el mundo. La portada con el niño desnudo en una piscina presentaba a Kurt Cobain frente al mundo. Nevermind, pataleaba para adentrarnos a una de las mejores décadas para escuchar música, los noventa.

 
 

Cobain después se encontró con Courtney Love, determinando la etapa final de su peregrinar. La furia ya no sólo podría diluirse con la guitarra, la heroína y un enamoramiento de este par de infantes jugando a ser rockstars, los llevó a casarse y a tener a una hija, Francis Bean.

En una entrevista en MTV cuando le recordaron sus días de amor rockstar con Courtney, dijo: "Lamento todo eso", continuo. "Fue una especie de ritual de apareamiento tonto y animal. Ahora soy padre. Todo cambió."

Nirvana grabó In Utero en 1993, pero los amigos estaban más preocupados por la batalla de Cobain para dejar la heroína, y así, en medio del caos, se embarcó en una gira y fue que dio una actuación brillante en su MTV Unplugged.

 
 

Después, una serie de acontecimientos: el 4 de marzo en Roma, un intento de suicidio por sobredosis con somníferos. El cantante sobrevivió después de pasar 20 horas en estado de coma. Cuatro días después, salió del hospital y regresó a los Estados Unidos.

"Solo recuerda, no importa qué, te amo", le dijo Cobain a Courtney Love, cuando el cantante estaba internado en el Exodus Recovery Center.

Lugar donde permaneció poco tiempo, pues escapó después de escalar una cerca y regresó a Seattle. Al día siguiente, Courtney contrató unos investigadores privados para encontrarlo. Su madre, Wendy O'Connor, presentó un reporte de persona desaparecida el 4 de abril.

Kurt Cobain se atrincheró en una habitación sobre el garaje de su casa en Seattle y se encerró a escribir una carta de despedida. Era el 5 de abril de 1994.

Cobain se inyectó tres dosis de heroína dejó a la vista su licencia de conducir para constatar su identidad. Se acomodó en el piso y apoyó sobre el pecho su escopeta calibre .20, y así, al final, nos mostró a una generación perdida y furiosa con ganas de destruirlo todo, incluso a sí mismos.

Ya no tengo más la pasión, así que recuerden, es mejor quemarse que apagarse de a poco…

Kurt Cobain