Foto: Olivia Luna
La trayectoria de este grupo chileno supera los 30 años y por supuesto, eso representa un catálogo de canciones muy extenso. Son originarios de Santiago de Chile, y desde hace muchos años cuentan con una base de fans muy grande en México.
A un día de haber estado en Ruido Blanco, en entrevista con Andrés Villela, la banda se presentaba la noche del sábado 26 de agosto en el Auditorio Black Berry. En esta ocasión vinieron a nuestra ciudad a presentar el disco Mil Caminos en versión acústica, cabe comentar que esta gira la tenían contemplada en 2020; pero por pandemia, ésta tuvo que suspenderse. Así que, de alguna manera muchos fans esperaban estas presentaciones desde hace un rato.
El show arrancó en punto de las 8.40, provocando la euforia de los asistentes, quienes ya tenían un rato esperando muy emocionados. En esta ocasión nos presentaron un escenario elegante y a la vez muy cálido por lo que su show representó tanto para ellos como para la audiencia. El escenario tenía tonos negros en lo general, a los lados, atrás, la sección de cuerdas y metales; cada uno con su protección acústica, por la naturaleza del show. Pudimos observar a Claudio de lado derecho, Cote y su batería doble en el centro; mientras que Eduardo se ubicó de lado izquierdo.
El setlist acústico inició con Cuando respiro en tu boca, seguido por Sálvame la vida y Tu Sangre; enseguida Cote saluda al público para dar paso a Salté a tus Ojos, donde Claudio saluda y comienza una gran euforia entre los asistentes. El trío chileno se hizo acompañar por músicos mexicanos en esta parte del show, acompañándolos en las cuerdas y metales. Para la canción Mataz, tuvieron un músico invitado, se trataba de Diego Ridolfi del grupo chileno Fármacos, que por cierto tendrán una presentación en el Lunario el próximo 01 de octubre. Continuaron con Hoy Soñé, donde Claudio muy emocionado comenta “Ojalá y lo sientan tan bonito como nosotros”. Después escuchamos Milagro, A Perderse; llegando a Vete; donde Cote tocó la guitarra acústica y se terminaba la sección acústica. La banda despidió a los músicos que los acompañaban, elogiándolos en todo momento y dirigiéndose a ellos como “musicazos”.
El show hizo una pausa aproximada de 15 minutos para dar paso al show eléctrico. En esta sección arrancaron con Rojo Eterno, Eternidad, Comiendo Fuego, Luces no Bélicas (regresan los metales y Cote menciona que México siempre tiene los mejores “bronces”, haciendo referencia a dichos instrumentos). Ráptame del Fin, Caballos de Histeria y Ave Fénix, canciones que tenían extasiado al público; cerrando este bloque con De Sudor y Ternura, y Fe. Fue en este momento cuando la banda se despidió, llevándose todo el reconocimiento y aplausos de los asistentes; se notaba claramente que estaban muy contentos y satisfechos. La energía entre banda y público era inminente. Nadie se esperaba que regresaran para repetir un par de canciones ya ejecutadas en el set acústico, dos canciones muy especiales para ellos y quienes han seguido su trayectoria con el paso del tiempo; así que, este magnífico show tuvo un cierre perfecto con Cuando Respiro en tu Boca y Mil Caminos. Casi 3 horas de concierto, una banda queridísima en México, una audiencia completamente entregada y emocionada por reencontrarse; todo esto hizo una noche redonda, que se disfrutó a pleno.
Bienvenidos siempre Lucybell, un placer verlos y escucharlos.
Silvia Alcaraz
