El fin de semana, al abrir Spotify me encontré con la sugerencia de un álbum que salió en febrero de este año, el proyecto se llama Forever Changed, la portada del disco tiene un lirio y unos ojos femeninos fotografiados en un plano muy cerrado, contrariado no logré descifrar de principio al destino, y al leer más detenidamente vi el nombre de Lou Reed en todas las canciones cayendo en cuenta que todas forman parte de su repertorio.
En Italia, Letizia Dei, una artista vocal, realizó un homenaje al aclamado músico norteamericano. Lo empecé a escuchar, me resultó interesante en la idea de contar con un cuarteto de cuerdas y de hacer una interpretación muy personal de cada uno los sencillos; busqué algo de información respecto al álbum y solo encontré un artículo italiano que habla al respecto. Fue que, al leer, vi que el título de este disco es de un track del álbum Songs For Drella, que Lou Reed y John Cole realizaron en 1990, ambos integrantes de la agrupación mítica de Velvet Underground y que no hacían nada en conjunto desde 1972.
Songs For Drella, es un homenaje a Andy Warhol, artista que había fallecido en 1987, y que se grabó en vivo en la Academia de Música de Brooklyn, sin público.
Cale y Reed concibieron por primera vez este proyecto en el funeral de Warhol, donde se encontraron después de un largo distanciamiento.
De esa presentación surgió un álbum aclamado en su momento, único y, tangencialmente, una película, que antes solo estaba disponible en VHS y LaserDisc, ya que el material con el que se filmó se creía perdido. El director y director de fotografía Ed Lachman encontró el negativo original de 16 mm en un ático mientras trabajaba con Todd Haynes en el documental de este último sobre Velvet Underground, que se estrenó en 2021.
Entonces busqué el concierto en redes, vi que está en el catálogo en Mubi, pero al día de hoy no se encontraba en programación, pero en youtube lo han subido completo.
Es un material honesto, crudo, dónde en una larga despedida logran presentar todos los rostros de Warhol en un diálogo, contando historias, recordando frases, logrando que cada maldito segundo de la presentación valga la pena. Songs For Drella, un proyecto atemporal que logré descifrar en medio del algoritmo azaroso, donde fui de un álbum de covers florentino hasta un concierto sin público filmado en 1990, con dos de los artistas más importantes de la avanzada neoyorquina del siglo XX.
La Matrix sigue girando a nuestro favor, gracias.
